Nuestras madrinas mágicas (Sole y Verito de la DGE) se han cambiado de casa y nos han llevado con ellas…. ¡Ooohh sii! Nos han asignado una sala nueva que es hermosa, magnífica y que lo tiene todo… ¡Si hasta aire acondicionado nos han puesto a los perlas! (jeje).
Lo simpático es que todo esto pareció animar al mundo entero y la clase de hoy fue increíble. Si señores, fueron unos estudiantes estupendos, pues participaron mucho, hicieron muchas preguntas y se rieron de nuestros chistes, que no siempre son buenos. ¡Los queremos!
La clase de hoy fue intensísima y el braille por poco los aplasta. Es que ver dos series de una es de…. Hum… como decirlo para que no nos sintamos ofendidos… hum…. ¿Salvaje? Jaja. Lo superaron y lo hicieron re bien, tanto deduciendo las reglas y haciendo talentosamente los ejercicios.
¡Ahhh, pero lo bueno vino después! Con qué break nos regaló DGE! Sí, es que estamos seguros que todos quedamos encantados con esas galletitas que estaban….
En fin. Volvamos a terreno, señores. Lo que siguió fue también espectacular, pues esta vez las compañeras presentaron el tema “Ilustraciones para ciegos”. La presentación fue sumamente interesante, porque nos permitió discutir algunas cuestiones cognitivas que se ponen en jaque al momento de trabajar con ilustraciones, así como discutir sobre la viabilidad de utilizar ese medio con personas ciegas, ya sea en matemáticas, geografía o en otras asignaturas.
Finalmente, la tercera serie fue trabajada muy bien y quedamos todos un poco cansados. Lo que viene ahora, estimados, es lo importante. Ya no habrá torpedos, ya podrán utilizar el braille con propiedad, lo que no significa que con las tres series estén expertos eso sí.
Queremos verlos a todos la próxima sesión, listos y dispuestos para enfrentar juegos en los que deberán leer y escribir, practicar, en suma. ¡Los retamos a seguir, que ahora sí que se viene lo bueno!
Por último, animarlos en sus grabaciones, las que esperamos hayan comenzado, y prometerles una pequeña sorpresa para el lunes o martes.
Cariñosamente,
¡Liss y Guille, Soñadores empedernidos!.